Una mirada desde el Pensamiento Nacional a los problemas nacionales.

"Verás que todo es mentira,verás que nada es amor,que al mundo nada le importa...¡Yira!... ¡Yira!...Aunque te quiebre la vida,aunque te muerda un dolor,no esperes nunca una ayuda,ni una mano, ni un favor" (Enrique Santos Discépolo)

martes, 30 de noviembre de 2010

El día de la Industria

Nuestra historia está marcada por hitos que son resaltados de diferente manera de acuerdo a la varilla ideológica con la cual se mide. Sabemos que la “Historia Oficial”, aquella que nació con Bartolomé Mitre y que fue delineada por las clases dominantes, es decir, nuestra oligarquía vernácula, admiradora del librecambio y de una Argentina productora de alimentos para el mundo, destaca los hechos que configuraron el país victorioso con su perfil liberal-conservador sometido a los mandamientos de las potencias hegemónicas, sumiendo en el oscurantismo y la maldición al país “incivilizado” y “bárbaro” que se oponía a su humillación. La descripción de esos hechos siempre tuvo como objetivo armar un marco sobre el cual construir la Argentina de la generación de los “ilustres” maestros del librecambio.
Es por ello que festejamos al 2 de septiembre como el Día de la Industria desde 1941. Esta fecha fue elegida por ser el día en el que se constituyó el primer cargamento de exportación de productos manufacturados. Una serie de tejidos y harina que, desde Santiago del Estero, zarpó desde el Riachuelo hacia el Brasil, fletados por el entonces obispo fray Francisco de Vitoria.
Es decir, se festeja como una fecha nacional, un evento producido durante la época del Virreinato del Perú, cuando comenzaba en nuestras tierras la colonización y el despojo español. Pero más allá de eso, resulta ser que el embarque contenía no sólo las mercaderías de exportación, sino también llevaba ocultos varios kilos de barras de plata del Potosí, cuya comercialización estaba prohibida. Al parecer, el obispo obtenía cierto rédito adicional al mero hecho de comercializar productos manufacturados. La implantación de esta fecha, ni siquiera configura una representación de las políticas españolas sobre el papel de las Colonias respecto a la Metrópoli. Ya que ésta tenía bien en claro que las Colonias deberían ser productores de alimentos y materias primas, prohibiéndosele cualquier transformación o fabricación que pudiera competir con los productos manufacturados de la propia Metrópoli.
Es mucho más tarde que aparecen las ideas industrialistas como parte de un plan de desarrollo autónomo e independiente. Con la comprensión cabal de que un país con enormes cantidades de recursos naturales debe estar comprometido con la transformación de sus productos si no desea depender del mundo que lo rodea. Ya en los albores de nuestra Patria, comienzan a delinearse estas ideas en los grupos más revolucionarios, encabezados por Mariano Moreno, Bernardo Monteagudo, Juan José Castelli y Manuel Belgrano. Éste último desarrolla una serie de ideas innovadoras para su época y proponía subvencionar las artesanías e industrias locales mediante “un fondo con destino al labrador ya al tiempo de las siembras como al de la recolección de los frutos” porque “la importación de mercancías que impiden el consumo de las del país o que perjudican al progreso de sus manufacturas, lleva tras sí necesariamente la ruina de la nación”. Es decir que propugnaba un proteccionismo que permita desarrollar productos manufacturados en el país, defendiéndolo de la importación extranjera. Remarca que “todas las naciones cultas se esmeran en que sus materias primas no salgan de sus estados a manufacturarse, y todo su empeño en conseguir, no sólo darles nueva forma, sino aun atraer las del extranjero para ejecutar lo mismo. Y después venderlas”.
Sin embargo, la miopía y los intereses personales de la oligarquía porteña no permitirán que esta línea prospere. Mariano Moreno muere en alta mar, envenenado. Belgrano es apartado y cuestionado por su campaña al Paraguay. Luego muere pobre y abandonado. Monteagudo muere asesinado en el Perú. Mientras tanto, el poder de Buenos Aires se agranda. Bernardino Rivadavia será el símbolo de la otra “ruta”. Del otro camino. El de la entrega, la sumisión, el librecambio liberal.
La revisión de las fechas y los nombres instalados en nuestra Historia, merced a la implantación de un relato que explica el desarrollo de un país basado en los principios liberales del librecambio y de las élites dominantes, es fundamental para poder entender de dónde venimos para saber hacia dónde vamos.

Martín Scalabrini Ortiz

domingo, 28 de noviembre de 2010

Fútbol Interno del Club Atlético River Plate: 50 años de Formosa


Este año se cumplen medio siglo de la existencia de uno de los primeros equipos de Fútbol Interno del Club Atlético River Plate. Formosa nació a partir de la amistad cuando varios socios que, como nosotros, aman el fútbol, se juntaron para materializar en un equipo de fútbol los valores de la lealtad, de la generosidad y de la pasión por el deporte. En aquellos años de dictaduras, partido mayoritario proscripto y de presiones militares, Pedro Pagano y sus amigos dieron el primer paso de lo que sería uno de los equipos actuales más longevos.
Formosa fue cobijo de lo más heterogéneo que un equipo de fútbol puede albergar. Han pasado, como jugadores y como hinchas, porque Formosa tiene hinchas, y muchos, las más diversas personalidades, profesiones, en fin, caracterizaciones. Podríamos mencionar desde contadores hasta cantantes, desde licenciados de distinto tipo hasta cobradores de deudas. Altos, bajos, morrudos, flacos, pelilargos, pelados, aparatos (¿porqué no?), buscavidas, fanáticos, amargos, dirigentes, adulones, solteros, casados, parientes, perfil alto, perfil bajo, fanfarrones, humildes, pesos pesado, livianitos, gritones, mudos. No parece haber un típico formoseño. Quien eso diga, estará faltando a la verdad.
En todos estos años hubo diversas alegrías. Sobre todo los asados, porque en el plano estrictamente deportivo, no se podría decir que Formosa pasará a la historia. Definitivamente, profundas tristezas. Como cuando se nos fue muy prematuramente Fede, a quien se le cruzó alguien que le apagó la vida que estaba comenzando a vivir plenamente. Y que forma parte de esas ridículas e incomprensibles decisiones del destino que nunca aceptaremos. Siempre formará parte de Formosa.
Formosa es actualmente, y desde hace muchos años, parte importante de Siempre River. La misma motivación que llevó a sus jugadores a dejar el alma por su compañero, es aplicada para hacer lo mejor para nuestro Club. Sin intereses espúreos, ni ocultos. De frente como cada pelota que peleamos en el mediocampo. Sus integrantes se incluyen en forma numerosa entre los adictos al juego colectivo más popular del planeta.
Mucho se habla de la “mística” formoseña. Algunos dirán que sólo se trata de un picapiedrismo elevado a la décima potencia. Que algunos de nuestros jugadores parecieran disfrutar con la destrucción de la belleza de este juego. Podrán decir que sólo nuestros jugadores pueden festejar cuando colgamos una pelota en la Lugones. Nosotros decimos que somos molestos. Jugar contra Formosa molesta. Molesta porque nuestros jugadores sacan una energía y una fuerza interior, en ciertos momentos, que no pueden conseguir los otros equipos. Nuestra fortaleza no es ciertamente la ductilidad, ni el buen juego. Nuestra fortaleza son nuestros compañeros. Porque lo que damos lo damos por ellos. Y por nuestro orgullo. Orgullo de ser formoseños.
Desde este espacio homenajeamos a Formosa, porque Formosa siempre será un homenaje a la amistad.

Martín Scalabrini Ortiz
20 años de formoseño

lunes, 1 de noviembre de 2010

El legado de Néstor Kirchner

Es imposible, en el ámbito político como pretende ser este, no referirse a la desaparición física de Néstor Kirchner. Desde este espacio se han marcado los aciertos y los desvíos que, desde el punto de vista de quien suscribe y que cree evaluar con su opinión tomando como base de referencia el pensamiento nacional y popular, ha tenido el kirchnerismo en sus dos expresiones fundamentales, las presidencias del 2003-2007 y la actual. Esta expresión de ideas y/o conceptos fue favorecida por el marco político que desde el 2003 se ha vivido en nuestro país.


Foto propia
El primer y mayor reconocimiento al legado de Néstor Kirchner es que subió la varilla de la discusión política. Sobre una base de medidas populares, fue un dique de contención frente a las políticas neoliberales de la década del 90 cuando el país salía de un período en el que casi se derrumba y la organización social tal como la conocemos estuvo a punto desaparecer. La explosión y el descrédito social se hicieron presentes durante esa época, a punto tal de que la consigna más popular era el “que se vayan todos”.
La discusión, entonces, tuvo un piso: política de derechos humanos, reconocida fuertemente por los organismos de DDHH, comenzando con un acto simbólico que quedará en la historia. La orden de hacer bajar y retirar los cuadros de los genocidas Videla y Viola. Este acto no fue sólo simbólico, sino que fue también el comienzo de una política de Estado que permitió la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Otra gran medida de su gestión fue la renovación y la desactivación de la mayoría menemista en la Corte Suprema de Justicia, logrando una independencia y una calidad institucional que ese cuerpo hacía rato no tenía.
En el aspecto económico, inició un proceso de crecimiento inédito en la historia de nuestro país, apostando a un “dólar alto” sostenido por el superávit comercial producto de la exportación de materias primas y manufacturas de bajo valor agregado, que permitió la disminución de los índices de desocupación, con un poco de ayuda de los planes sociales. Sin embargo, desde este espacio hemos alertado sobre la composición de la matriz productiva-industrial y el dominio de recursos naturales estratégicos que marca una continuación de políticas anteriores, perdiendo la oportunidad de desarrollar un nuevo modelo sobre la base de crecimiento industrial genuino y de alto valor agregado. También hemos reconocido su aporte para la importancia de la Ciencia y la Tecnología en nuestro país. Los presupuestos en esta área se han quintuplicado, iniciando un proceso de crecimiento del personal científico en donde la base joven ha crecido sustancialmente. En contraste con la segunda década infame, cuando el ministro de Economía mandaba a lavar los platos a los científicos y congelaba las vacantes generando una brecha generacional que no se logrará recuperar jamás. Estamos lejos de los niveles de inversión de países más desarrollados, pero sin dudas la dirección tomada es la correcta, como demuestran los avances obtenidos en materia nuclear.
La renegociación de la deuda en un 70% también fue positiva. Sin embargo, quedó a medio camino al no realizar una auditoría integral del origen de la misma, como lo hizo Ecuador hace unos años. También hay que destacar su negativa al ingreso al ALCA como uno de los hitos más importantes.
Su legado político posterior a su presidencia, permitió la adopción de medidas que fueron celebradas en este espacio. La eliminación del gigantesco negociado de las AFJP recuperando para el Estado el financiamiento de las jubilaciones y asegurando un ingreso mínimo indispensable para nuestros abuelos, sin depender de las inclemencias del “mercado”. Hay temas para mejorar en este aspecto, ya que continúa la lógica de la inversión en valores financieros, con la diferencia de que no se cobran comisiones y los fondos son administrados por el Estado. Otra medida celebrada aquí fue la estatización del fútbol, quitando ese negocio infernal de manos del grupo oligopólico Clarín, que utilizó durante años esos inmensos ingresos robados a los clubes para agigantar su presencia en los medios de todo el país.
También la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual fue un avance un pos de producción de información más democrática y plural. La concentración de medios en pocas manos es contraproducente para los niveles de discusión y debate que necesita nuestro país. La consideración de que la información no es potestad exclusiva de las empresas privadas es un concepto acertado.
Por último quisiera destacar también otra medida que me afecta personal y familiarmente, como la declaración como “Homenaje a Raúl Scalabrini Ortiz a los 50 años de su fallecimiento” al año 2009. Una medida impensable con cualquiera de los representantes de la oposición gorila.
Esta es la base sobre la cual deben plantearse los debates y discusiones futuras. Este es el piso sobre el cual deberá pensarse el país. Y no sobre la base de un odio generado por la afectación de intereses y privilegios, tal como demuestran amplios sectores de la oposición. Porque sería un retroceso imperdonable.


Martín Scalabrini Ortiz